Los envases monodosis desechables de aceite de oliva, imprescindibles en la hostelería de la ‘Nueva Normalidad’
La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha obligado a la adopción de una serie de medidas de prevención e higiene en las actividades de hostelería, restauración y servicios de catering. Entre ellas, se han eliminado los productos de autoservicio, como es el caso del aceite de oliva, priorizando los envases monodosis desechables. Cooperativas, almazaras privadas, agricultores y grupos productores de aceite de oliva necesitan incluir en la oferta de sus formatos envasados, monodosis desechables que sustituyan a los formatos rellenables en los establecimientos hosteleros.
La reapertura al público de los establecimientos de hostelería y restauración durante las diferentes fases de la desescalada hacia la ‘Nueva Normalidad’ trae consigo una serie de medidas de higiene y prevención de obligado cumplimiento. La Orden del pasado 3 de mayo publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) detalla que “se eliminarán productos de autoservicio como servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras (*) y otros utensilios similares, priorizando la monodosis desechables o su servicio en otros formatos bajo petición del cliente”.
Según la organización empresarial Hostelería de España -que representa a más de 270.000 restaurantes, bares, cafeterías y pubs del país- “el actual contexto provocado por el COVID-19, supone una amenaza clara para la reapertura de los establecimientos en las condiciones de normalidad anteriores a esta circunstancia, obligando a adoptar una serie de medidas que garanticen la seguridad de los clientes, entre las que se encuentran de tipo higiénico-sanitario básicas tendentes a la reducción de riesgos”.
Entre estas medidas se encuentran la supresión de productos de autoservicio de uso común como las aceiteras. Así, la patronal hostelera. precisa que estos productos se tendrán que sustituir por monodosis desechables que estarán a disposición de los clientes.
La antigua norma sobre los envases monodosis desechables, otra vez de actualidad
Por otra parte, cabe recordar que en 2014 entró en vigor el Real Decreto 895/2013 sobre las normas de presentación de los aceites de oliva en los establecimientos de hostelería y restauración que establece que los aceites que se pongan a disposición del consumidor deben presentarse en envases etiquetados, provistos de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización y disponer de un sistema de protección que impida su rellenado una vez agotado su contenido original.
Las monodosis desechables satisfacen todas las necesidades y requisitos del sector HORECA y garantizan las más estrictas condiciones higiénicas para el consumidor final. Se trata de un formato cómodo y manejable que garantiza todo el sabor y las propiedades del aceite de oliva virgen extra, que no puede faltar en el porfolio de los formatos envasados para la comercialización del aceite de oliva. Los formatos de monodosis más frecuentes contienen unos 20 mililitros de aceite de oliva. En cuanto al material de los envases el más común es en formato cristal, plástico o tarrinas.
Sin duda, la presentación del aceite de oliva en envases irrellenables monodosis son la mejor opción para que la hostelería cumpla con el reglamento de la ‘Nueva Normalidad’. Además, ofrece a los productores de aceite la posibilidad de elevar el valor de la calidad de su marca cumpliendo con las precisas garantías de Seguridad Alimentaria y evitar los riesgos de que sus envases resulten finalmente “rellenados”.
Ventajas de los envases monodosis para aceites de oliva
Al margen de las nuevas consideraciones legislativas post-pandemia, los envases en formatos monodosis presentan una serie de peculiaridades muy interesantes:
- Higiene: son envases totalmente cerrados desde su fabricación, que no pueden ser manipulados en forma alguna hasta su consumo.
- Sanidad: las Autoridades Sanitarias recomiendan su utilización para evitar problemas que puedan derivarse del uso de recipientes colectivos, como son las aceiteras y vinagreras, o las mismas botellas denominadas “irrellenables”.
- Confianza: los clientes confían más en el establecimiento que las ofrece porque saben que utiliza productos de calidad y marcas reconocidas.
- Seguridad: no hay posibilidad de que pueda caer algún elemento extraño, como puede ocurrir cuando se rellena una aceitera o vinagrera, tampoco puede darse el caso de que haya existido un rellenado fraudulento, pues al abrirse una vez el envase no puede recuperarse.
- Calidad: al estar recién abierta conserva todos los aromas y vitaminas propios del aceite de oliva virgen extra.
- Limpieza: al ser envases individuales sólo el cliente toca la que va a usar, por el contrario en la aceitera, botella o vinagrera, todos las manosean sin garantía alguna de que las manos estén limpias, con el consiguiente riesgo de contagio de virus.
- Ahorro: el consumidor cuenta con una dosis, ajustándose a ella, lo que evita desperdicios del producto.
¿Necesitas un diseño atractivo para tus envases monodosis de aceite de oliva? ¿Buscas un estudio para realizar un diseño que mejore la imagen de tu producto o marca? En Empacke estamos dispuestos a ayudarte, escríbenos. Somos expertos en diseño de packaging para aceite de oliva.